MARTIN MILLER’S
En nariz, encontramos una sinfonía de aromas muy bien ensamblados: notas dulces, notas florales, notas especiadas y notas de alcohol. En la cata, ha costado que la gente pasara a la fase de boca puesto que todo el mundo seguía descubriendo matices y matices sin cansarse del aroma. En boca, la sinfonía de aromas se despliega entre notas cítricas, florales similares a la lavanda y notas terrosas gracias a las raíces de su formula. El alcohol le da unión y carácter. El final es largo y muy agradable, destacando notas frutales dulces. para mantener el nivel de calidad, la mezcla se realiza en Islandia con agua pura de glacial.